¿Desde cuándo presides el Instituto?
Desde mayo de 2011
¿Qué funciones tienes como presidenta del instituto?
El presidente tiene las funciones propias de un presidente de cualquier entidad, en este caso del Instituto. Por lo tanto, todo lo que corresponde a funciones de impulso, todo aquello que se va acordando en el seno de la entidad, de lo que van trabajando los técnicos por un lado, la participación ciudadana por otro lado y por otro, marcar un poco las líneas de trabajo, los ejes estratégicos, las líneas de trabajo, las políticas a seguir, todo eso.
Entonces, por ejemplo, cuando llegué había un problema gravísimo, el tema de la participación, que generaba un conflicto enorme en el Instituto. La estructura que tenía había servido desde su creación pero ahora, tal como ha evolucionado todo, la sociedad, los sistemas políticos, la participación ciudadana… esta no respondía, por lo que provocaba unos conflictos brutales y ahora estamos tratando de modifica todo este proceso.
El presidente marca la línea a seguir, como hacerlo, como desarrollarlo… precisamente con la propia participación. En un proceso de resolución de conflictos, sería como quieres enfocarlo. Luego también gestiono los grandes ejes de trabajo. Por ejemplo, tenemos que trabajar la accesibilidad como eje principal. La discapacidad física está bastante trabajada, pero tenemos que velar por acabarla.
El autobús está el 98% adaptado, aunque se podría decir prácticamente el 100% porque lo que queda son 989 kilómetros de alta montaña. Pero por ejemplo, la accesibilidad comunicativa, que ahora la tenemos que priorizar, si puede ser con entidades propias mejor.
Ahora por ejemplo el tema de subtitulación y audiodescripción lo hacemos con una entidad que trabaja con discapacitados de trastorno mental, que son buenísimos e incluso han llegado a modificar el propio software. Acabar el metro para la accesibilidad física, impulsar para que esté en las listas del plan de inversión, coordinarse con la Generalitat, fomentar la vida autónoma independiente… Fomentamos proyectos.
Algo que ha sucedido con las entidades que trabajan con discapacitados es que los presupuestos del Estado han sido recortados. Lo que yo hice es habilitar de manera excepcional 1.200.000 € para que las entidades que hacen servicio directo a la persona, sea en inserción laboral o atención propiamente dicha, pero enfocada hacia la vida independiente y autónoma para que no sufran este golpe de la crisis hasta que ellas puedan funcionar con normalidad.
Fotografía de Irma Rognoni realizada durante la entrevista.
¿Cómo has comentado la crisis, entonces os ha afectados a ese presupuesto?
Nosotros lo hemos incrementado, porque el Ayuntamiento de Barcelona ha ayudado a todo lo que es el área cuarta. En el Ayuntamiento hay 5 grandes áreas; Presidencia y Seguretat…, la segunda Economía y Ocupació, la tercera que es Habitat Urbà, la CUARTA, la nuestra, Qualitat de vida, Igualtat i Esports y luego la quinta que es Cultura Coneixament i Educació. En esta cuarta está l’Institut de serveis socials, l’Institut de personas amb discapacitat, l’Institut d’esports y luego tiene las ocho sub áreas entre las cuales está la mía; Família, Infància, Usos del Temps i Discapacitats. Entonces toda esta última área ha incrementado su presupuesto, el año pasado un 8% y este un 7%.
Esto quiere decir que las otras han decrecido un poco para dar lugar a que la nuestra pueda incrementarse. En este sentido la crisis afecta en que incrementemos para asegurar, pero en el caso del IMD hemos aumentado muchísimo, porque nosotros hemos saldado una deuda.
Por ejemplo, del transporte puerta a puerta la deuda era muy importante, de 1.200.000€. Lo hemos saldado y además lo que hemos hecho es generar unos buenos usos del transporte para no tener que realizar restricciones normativas porque había gente que abusaba utilizando hasta 89 transportes al mes en detrimento de otros que no podían.
¿Cómo se controla eso?
Lo hemos hecho persona a persona, porque no quería hacer ninguna norma. Soy abogada pero no quería hacer ninguna porque implicaría que alguna persona saldría perjudicada. De este modo hemos cogido persona a persona, es la ventaja de ser un instituto, y con mucha paciencia e ir preguntándoles, porque está solicitando tantos transportes si hay otros que no pueden. Les preguntamos a donde va con ellos, qué tiene que hacer, porque no puede utilizar el transporte ordinario y le solicitamos que intente utilizar solo 10 y así las otras estarán disponibles para otras personas.
Hemos ido uno por uno, aunque en realidad eran unas 15 o 20 personas que hacían un uso “intensivo”, lo decimos así para no hacer daño.
¿Es una inversión en el bienestar entonces?
Exacto, porque eso es un mandato del alcalde. Él dice, “hemos de tener un ayuntamiento saneado”. Los dos primeros dos años no realizamos inversiones en los distritos, grandes obras no pudimos hacer, pero ya lo dijimos: “No farem pedra, farem personas” y entonces con esto hemos ido controlado. Se dijo, con lo que tenemos de dinero lo hemos de utilizar, priorizando. ¿Qué priorizamos? Todo aquello que son personas.
¿El ámbito de trabajo solamente es Barcelona o también Cataluña?
Barcelona, solo Barcelona.
¿Sí hay alguna línea de transporte de fuera del área municipal de Barcelona, por ejemplo de L’Hospitalet que llega hasta Barcelona cómo trabajáis?
Sí, eso pasa. A lo mejor hay una persona, pero siempre son casos muy concretos. Por ejemplo, hay ciudadanos de Barcelona que van a hacer la rehabilitación fuera. Si es un número de personas importante podemos plantearnos algún transporte, pero siempre porque son ciudadanos de Barcelona. Sí alguna persona tiene un problema puntual, pues lo estudiamos. Pero intentamos no dejar a nadie desprotegido y siempre ha de tener que ver con la ciudad de Barcelona.
¿Tenéis contactos con otras instituciones que por ejemplo, no estén justamente en Barcelona?
Eso sí, contactos con la red europea, llamémoslo así, de cooperación, intercambio de buenas prácticas…
Sí hay un ranking que indica el nivel de las ciudades en cuanto a accesibilidad. ¿Cómo quedaría la ciudad de Barcelona?
De los primeros. No hemos dicho que Barcelona sea la primera ciudad accesible pero si no es la primera, es la segunda
¿Entonces eso también influye en el turismo no?
También. Bueno una de las ideas que tenemos con una entidad es promocionar el turismo para personas con discapacidad, porque por ejemplo, ahora hace dos semanas hubo un congreso de una entidad que trabaja con trastorno mental y vinieron unas 350 personas y pudieron disfrutar porque podían ir por todas partes. Pero eso sí, superamos a París, Nueva York, Boston, Londres. No sabría decir ahora mismo Tokio, porque dudaría. Tampoco sé si hay algún estudio internacional para poderlo afirmarlo pero eso sí, estaría en el “TOP” seguro.
Por eso ahora estamos mejorando la accesibilidad comunicativa con museos y por todas partes y siempre hecha por el propio colectivo. Por eso hay ese debate de si hablamos de discapacitados o no, y yo ya soy más partidaria de hablar de diversidad funcional porque tienen tantas capacidades que hablar de discapacidad es hablar de una modo muy obsoleto.
¿Piensas que hay personas que tienen miedo a perder sus ayudas si se cambia?
Puede ser, por eso primero hemos de asentar un término para que éste, más tarde, pase a las leyes para que así ninguno se vea perjudicado. Ahora en las modificaciones de los estatutos pondremos “discapacitado”, para no desajustar todo lo que hay, normativamente hablando, e “y/o diversidad funcional” para comenzar a introducirlo y que legalmente no desencaje ni por un lado ni por otro. Esto estará durante unos años hasta que ya se pueda cambiar finalmente, pero son cambios muy lentos.
Los cambios normativos son lentos, pero siempre van detrás de la sociedad. Primero la sociedad cambia y luego se adapta la ley. Ahora lo que está haciendo el IMD es esto, cambiando completamente el discurso para ir empujando este cambio
¿Crees que desde que se hizo toda esta transición, ha mejorado tanto como pretendíais?
Yo creo que sí, que va cambiando sí. Se ha de hacer mucho discurso, se ha de hablar mucho, hacer mucha pedagogía pero creo que va calando. Luego van habiendo “pruebas” de esto. No es lo mismo que tú lo expliques.
Por ejemplo, yo el otro día, el viernes, estuvimos en una reunión con todos los gerentes de estas grandes áreas con el gerente municipal y tuve que acabar explicando eso de la accesibilidad comunicativa para decir: – Escuchad, se ha de ofrecer posibilidades a todos, independientemente de la discapacidad que tengan, social o física. Les expliqué el ejemplo de los discapacitados que modificaron el software de subtitulación y audiodescripción. Hay que romper esquemas.
Luego también con el propio colectivo, porque sigue habiendo eso de la competencia: Yo soy más discapacitado que tú, sí o no. Esto está, pasa con el dolor y con la discapacidad también pasa lo mismo. Yo soy más discapacitado que tú porque soy físico, el otro no porque soy mental, mental sí pero no lo pareces. A ti no te discriminan por la calle y te da igual, yo voy con silla de ruedas, yo puedo moverme, tú no. Toda esta pelea ya no lo es tanto, por suerte, pero aún queda alguna cosa, que sí aún estamos así… Yo creo que para superar aquella es plantear ya directamente ésta.
Tú eres abogada. ¿Cómo has llegado hasta aquí al Instituto, es algo vocacional, te surgió…?
Yo soy abogada especializada en Familia e Infancia, entidades y derechos humanos, también he trabajado mucho en derechos humanos, publicamos cosas de derechos de menores, con niños inmigrantes y después hice un máster en mediación y resolución de conflictos y dentro de aquí como mediadora he actuado con familia, mediación comunitaria y mediación internacional, especialmente en el campo de la paz. Entonces dentro de la paz he trabajado en conflicto de entidades, comenzamos con Greenpeace y acabé trabajando en un proceso de paz internacional, en el conflicto de los grandes lagos en Ruanda, esto durante 10 años.
Mientras tanto paralelamente siempre he estado vinculada con el campo social, siempre. Desde que acabé derecho, yo misma quise hacer prácticas en una fundación en el Raval, voluntariamente, de la cual luego fui directora y entonces a partir de ahí ya no he dejado nunca el campo de las entidades sociales. Toda la vida he estado ligada a la parte apolítica y a las ONG’s, y siempre tenía la duda de lanzarme a la política o no, siempre, años. Como hacíamos acciones a través de entidades, vinculados con mucha gente, con muchas entidades de todos lados, de aquí, de fuera, de Estados Unidos y de Europa al final se me presentó la posibilidad al 2010 y entonces me lancé.
Aquí finalizamos la entrevista con Irma ya que la gran mayoría de las preguntas fueron contestadas por Ramón.
Si queréis saber más de l’Insitut, no dudéis en consultar su página web.
